Descripción
Las soluciones de limpieza de Hanna eliminan las impurezas y los residuos que quedan en las superficies de los electrodos cuando se sumergen en muestras durante la medición o cuando se almacenan incorrectamente.
La limpieza es una rutina rápida y eficaz que debe realizarse regularmente como medida preventiva contra el uso de un electrodo sucio y para garantizar que la unión no se obstruya. Simplemente sumergir el electrodo en la solución de limpieza HI-7061-012 durante 15 a 20 minutos disolverá cualquier depósito mineral u otros recubrimientos.
Los electrodos pueden ensuciarse con el uso y producirán resultados inexactos incluso si se leen correctamente en un tampón de pH.
La causa más común de imprecisiones en la medición de pH es un electrodo sucio o mal limpiado. Es fundamental tener esto en cuenta, ya que, durante la calibración, el instrumento asume que el electrodo está limpio y que la curva de estandarización creada durante el proceso de calibración seguirá siendo una referencia válida hasta la siguiente calibración.
Los medidores de pH disponibles actualmente en el mercado permiten una desviación de voltaje de aproximadamente ±60 mV. La desviación de 0 mV no es inusual, pero idealmente no debería ser mayor de ±30 mV. El proceso de calibración compensa la variación en la desviación de voltaje. Si la desviación de mV continúa desviándose y el medidor se calibra con un electrodo sucio, se obtendrán lecturas inexactas.
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